Entradas

Dame fuerzas, que estoy muriendo por irlo a buscar

Imagen
  “Dices que fui yo, y no fui yo. Que nunca te amé de verdad, qué rabia me da. Diste tu versión, pero olvidaste, que me soltaste cuando más necesitaba aferrarme...Oh, yo sé que en ese escenario igual jugué mi papel”. "Dificil olvidarte estando aquí, te quiero ver, aún te amo, creo que hasta más que ayer"   Y otra vez llegó el jueves y como cada jueves en punto de las dos me senté en la mano, esa mano gigante que está en parque España,ahí había caminado muchas veces cuando llegué a vivir a México,  buscando los muchos animales de piedra que hay entre los andadores, cerca de las fuentes, en esa mano, bastante fea por cierto, construída en honor a Lázaro Cardenas también me senté en muchas otras ocasiones cuando estaba en la universidad y no tenía dinero para salir los sábado, me iba a sentar ahí con un montón de copias de los libros que no podía pagar pero que tenía que estudiar. Ese jueves me volví a instalar ahí esperando que nadie pasara cerca a esa hora y se diera cuenta de

Ser joto y estar orgulloso, resignificando el lenguaje con el que nos construímos… (un fragmento de mi propia historia)

Imagen
Contra vosotros siempre, que dais a los muchachos gotas de sucia muerte con amargo veneno. Contra vosotros siempre, Faeries de Norteamérica, Pájaros de la Habana, Jotos de Méjico, Sarasas de Cádiz, Ápios de Sevilla, Cancos de Madrid, Floras de Alicante, Adelaidas de Portugal. . Oda a Walt Whitman de García Lorca Dos ideas me dan vueltas una y otra vez y trato de articularlas, la primera que los calificativos con los que se nos ha designado a lo largo de la historia no se han mantenido estáticos y son (cómo tuvo a bien señalarme mi querido Antonio) más que nada sustantivo, y así como nosotros hemos cambiado también lo han hecho estás palabras, se han resignificado, pero han tenido siempre de común resaltar nuestras diferencias con lo hegemónico, con lo que se espera de nosotros por parte de un OTRO, que no tolera que uno actué fuera de los cánones, que quiere que los hombre sean fuertes, distantes,que muestren pocas emociones y que, en oposición exige de las mujeres

De la Rockola al Boy Bar, el antro como primer espacio de socialización (aunque como a mí, no te guste el antro)

Imagen
“Descubierto el mundo soslayado de quienes se entendían con una mirada, yo encontraba aquellas miradas con sólo caminar por la calle…” Salvador Novo. Recuerdo todavía cómo me latía el corazón y se me enfriaban las palmas de las manos, mientras me adentraba en ese pequeño antro en el número 226 de la Avenida de los Insurgentes, y justo al entrar, lo primero que vi mientras mis ojos se acostumbraban a la oscuridad, fue a dos hombres besándose sin ninguna  preocupación, abrazados por alguna canción de Alaska o de La Pao. Estar ahí significó de pronto no ser el raro, ni el diferente, ni el maricón, sino ser uno más, pasar todo lo desapercibido que siempre había querido pasar, cuando me quedaba quietecito, cuando me hacía pequeño entre mis compañeros de escuela para que no me notaran lo joto. Estaba pero sin estar, porque no podía sino abrir bien grandes los ojos tratando de entender todo lo que estaba pasando ahí, acostumbrándome a los sonidos, a las luces de neón y enfrentad

Summer 2016 (Summer dos mil dieciséis)

Imagen
Summer 2016 ( Summer dos mil dieciséis) “I just wanted you to know, that baby you're the best…” La sesión estaba por terminar en el consultorio del doctor Moncada, este  decía algo sobre la  disritmia, como está presente en muchas relaciones y el alto precio que  muchas parejas tienen que pagar por no saber o no poder identificarla a tiempo. Su paciente hacía ya algunos minutos que había dejado de estar interesado en lo que el Dr. Moncada tenía que decir  respecto a las relaciones; después de todo, él de lo que quería hablar era de los extraños sueños  que había estado teniendo en las últimas semanas y el tema de las parejas era algo inconsecuente que se había introducido en la conversación y sin que pudiera recordar cómo. O por lo menos él así lo consideraba, aunque semanas después su lectura fuera otra. Era un consultorio bonito,  en el  cuarto piso de un edificio de los  setentas en plena colonia Nápoles, tenía unas ventanas amplias y  estaba muy bien iluminado. En